Amanece temprano y los toros aun aletargados de la larga noche, se empiezan a desperezar.
Comenzamos echando de comer
Mientras, algunos estaban deseando meter mano al pienso
Nos damos la vuelta de rigor para comprobar que todas las puertas están cerradas.
Los toros ya se orientan a sabiendas de que llega la hora de su ejercicio
Hundiendo los pitones
Bramando y marcando a su hermano de sangre
Otros, sin embargo son mas coquetos y se lavan la cara
El toro siempre avisa de una manera u otra
El Mayoral va en su busca
Normalmente todo transcurre con tranquilidad, pero con un toro nunca se sabe.
Fuimos testigos de este momento de tensión, cuando un toro se vuelve y arremete contra el perro.
Ese Momento requiere temple , valor y la experiencia que te da el manejo de muchos años
Pablo, el mayoral con el valor y la templanza que te dan los años aguanto estoicamente la embestida y a golpe de porra y amenazantes gritos ahuyentadores hizo que el toro no tuviese mas remedio que seguir por el camino marcado del corredero.
Bufff que rato....
Y finalizada esa bonita y complicada labor, todo vuelve a su cauce y la espera del Domingo de Resurrección, en el que estos atletas se preparan para dar lo que durante 5 años han sido criados con ese trato y mimo que corresponde a un toro bravo
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