Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, bueno pues eso exactamente es lo que le pasa a este bello animal, el toro bravo.
Desde que nace el toro, tiene el previligio de vivir en las dehesas y campos en plena naturaleza, bajo la protección de la madre hasta la edad del año que son apartados de su lecho para su posteriormente ser herrados con numero del año en el que nacieron y el numero de orden la ganadería, estos de entre otros hierros con los que se les marcan.
Las vacas son un gran puntal y uno de los cimientos mas importantes para construir una ganadería, ellas aportan además de la sangre, la casta y la bravura, su vientre para trasmitir en sus genes a varias generaciones todo lo que un día demostró en la plaza de tientas bajo el atento y riguroso examen al que fue sometida y pasado con nota muy alta por el ganadero.
De esta manera pasa al priviligiado grupo de esas vacas que hacen de una ganadería la personalidad que busca el ganadero.
Las vacas y nuevas generaciones de MONTEALTO.
Esta entrada esta dedicada a todas las mujeres y muy especialmente a a las que son madres, va por ustedes SEÑORAS
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